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"Asesino Desconocido" (Completo)
Soy entre muchos, un alto de renombre.
Hoy al parecer una noche normal para mí, pero no para mi primera víctima. Es 3 de ABRIL de 1888 estoy en Whitechapel, Londres. Como olvidar la fecha pues fue el día de mi gran debut.
La noche había caído y yo con mis ganas latentes pero con falta de valor, tuve que encender un cigarrillo para que el cuerpo no sufriera un colapso nervioso. Vi a una hermosa joven pasar cerca, llamando mí atención en su totalidad, pues el olor del perfume que traía puesto era abrumado; el miedo se disipo al instante pues la ocasión no podía ser otra.
Le dije ¡linda noche para una dulce estrella! Y en ese instante ella voltio aceptando mí cumplido con una sonrisa, se acerco lentamente a mí y sin basilar me dio un beso; no pude evitar el quedarme extasiado de ella, pues sinceramente mis instintos de hombre salían a flote y las ganas de mujer se dejaban ver en ella, no pude resistir mas y en el acto comenzamos todo, yo encima de ella sin importar el lugar.
Después de eso regreso en mí la razón de la cual me encontraba en esa situación, a si que actué de inmediato y sacando uno de mis escalpelos, lo introduje varias veces en el abdomen; ella al sentir el filo que cortaba su delicada piel intento dar un grito de auxilio, el cual tuve que apagar cortando su garganta. Era algo maravilloso pues la sangre brotaba y se esparcía en la acera, asiéndome sentir vivo y motivado para más.
Me considero todo un Casanova y sé que pronto alguna mujer no se resistirá a mis encantos, he puesto el ojo en otra infeliz ramera; mi plan ahora es frecuentarla algunos días, total quien extrañara a mas escoria humana y mas a una prostituta.
Por fin he logrado mi objetivo y la he citado en la parte trasera de la casa de citas donde trabaja, estoy muy nervioso pero muy ansioso, la recibo amable mente pues a su baja estatura y su regordeta forma, es lo menos que puedo hacer antes de matarla.
Le tome entre mis brazos y la bese, según para ella con dulzura pero yo por dentro sentía asco y repulsión; seguido a eso la acosté sobre unos cajones de madera que se encontraban en el lugar y le quite algo de ropa.
De seguro pensó que le aria el amor, pero me gusto ver su horrenda cara cuando le introduje el escalpelo en su vientre, tal y como reacciono mi primera víctima quiso dar un grito, pero esta vez fue diferente pues esta lo dio de dolor, así que de igual forma la tuve que callar cortándole el cuello; en ese instante algo llego a mi mente, pues sentía que debía de tomar algo como recuerdo, así que le quite el útero. Describo mi sentir como algo relajante pues lo que hice, me ha llevado a otro nivel que no creí alcanzar.
Como son las mujeres de ilusas y de confiadas, esta vez mis próximos asesinatos no pienso hacerlos como antes; pues me he percatado que dos damas de gran sociedad, me han echado el ojo y desean que las corteje, viejas malditas una de ellas está casada y aun así de sea probar la manzana prohibida. Siento que debo superar mi límite y matar a las dos en una sola noche, a lo mejor pueda y logre mi objetivo fácilmente, pues como las veo parecen abejas a la miel.
Cito a una de ellas en un callejón y esta llega sin retraso alguno, no piensa que esta noche será la última de su vida. La agarro de la cintura y beso su cuello despacio, agarro mi escalpelo y justo cuando se lo quería enterrar, alguien me observo y salió corriendo, de seguro alertara a un gendarme.
Tengo que actuar de inmediato y apresuradamente, así que mi escalpelo da un solo corte en su cuello rebanándole la yugular; dejo que su cuerpo caiga al suelo y escapo del lugar pues no deseo ir a la cárcel.
Me siento frustrado e impotente pues si no viera sido por ese estúpido mirón, todo hubiera salido según a lo planeado. Estoy fumando sin parar pues sinceramente debo de calmar mis nervios, pues me espera mi otra víctima, a lo mejor y con esta logre mi objetivo.
"Asesino Desconocido" . Parte II
Llego al lugar con algo de retraso, pero no me importa pues ella ya me está esperando, me abrasa en cuanto me ve y me besa apasionadamente, por fin en mi pecho algo de alivio pues al parecer no hay nadie cerca o eso creia.
¡Maldita sea¡ se repite la misma historia, justo cuando mi escalpelo está a punto de lograr el corte alguien nos observa y grita. Tuve que aplicar el mismo procedimiento y cortarle el cuello a la víctima, para posterior mente huir.
No sé que ha salido mal, no sé qué pasa pues he tenido otra mala racha nueva mente y me estoy desesperando, policías me han buscado y perseguido, incluso han llegado a agarrar a otros criminales pensando que soy yo. Tuve que enviarles mensajes con indirectas, pues no deseo que otros se pongan la etiqueta de mis actos.
Deje pasar unos días y tomarme un descanso, aunque he visto a una chica muy hermosa y me ha gustado mucho; pienso en ella y he tenido sueños, pero mis ansias de matarla crecen.
Tras lograr convencerla de que me aceptara, ella me ha dejado que esta noche valla al cuarto donde renta. Estoy contento pues se que nadie me molestara pues es un lugar cerrado, como no lo pensé antes; soy un tonto pues me hubiera ahorrado todo lo que he pasado y hubiera hecho a mi antojo todo.
En cuanto llegue al lugar trate de entrar de inmediato pues no deseaba que nadie me viera, ella estaba con poca ropa y su cara notaba felicidad. En ese instante me agarro del saco y me tiro a la cama y seguido me empezó a besar, yo respondí a eso cortándole el estomago y al instante salieron sus intestinos.
Era algo emocionante pues note la cara de terror de ella, trato de gritar pero no la deje y la agarre del cuello para tratar de asfixiarla un poco. Cuando vi que dejo de gritar, corte su cuello y seguido la degollé; me gusto ver su cabeza rodar en el suelo y esos ojos sin vida observándome.
Llevaba una achuela y un cuchillo mas grande, así que no dude en usarlos; primero enterré el cuchillo por el cuerpo sin vida, asiéndola quedar como picadillo. Luego con el hacha la destace lentamente hasta que solo quedaron trositos de ella. Fue la mejor noche de mi vida pues por fin logre satisfacer mis ansias, quede extasiado viendo aquellos pedazos de lo que antes era el cuerpo de la joven.
Me gusto ver en los periódicos que la policía me buscaba, incluso varios estúpidos decían ser yo, pero decidí retirarme por un tiempo indefinido. Pasaron los días y algunos alegaron que morí, otros que me habían atrapado y metido a la cárcel, pero ninguno supo el hecho del cual deje de matar.
No negare el hecho de que después volví a matar, pues aunque satisfice mis ganas esa vez, no quiere decir que no decidí volver a hacerlo.
Esta es parte de mi historia una parte de mi, soy el asesino del cual solo se le conoce el nombre.
El famoso: “JACK EL DESTRIPADOR”.
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