Seria más o menos en el siglo XVl cuando existía una muchacha muy bonita y además de todo de muy buen
corazón. No se recuerda el nombre de la muchacha lo que si se recuerda es que a
ella le gustaba y le satisfacía
sobremanera ayudar a todo el que pudiera, como ejemplo de esto se cuenta que le gustaba enseñarle a los niños a
leer y escribir, jugaba con ellos; y era muy amable y solidaria con las personas
mayores, además de que tenia un gran respeto por la madre naturaleza y estar
en contacto con ella era una de las cosas que mas disfrutaba; por todas esas
cualidades que ella poseía se decía que era una muchacha muy bella tanto por fuera como por dentro.
En los ratos libres que tenia en el transcurso del día ella acostumbraba acudir al cerro que estaba cerca de su casa (recordemos que Pachuca es una ciudad que esta rodeada de cerros) para caminar y observar las diferentes
especies de animales y plantas que había en el lugar mencionado, además de que algo que a ella le encantaba y la hacia sentir bien era sentir como el viento jugaba cariñosamente con su pelo.
En esos tiempos, había muchas carencias en los habitantes de lo que hoy
es Pachuca, y sucedió que un día la muchacha se puso a pensar en todo lo que acontecía a los habitantes de aquella población. A ella, le dolía que su gente cada día fuera mas pobre debido a la
explotación de que era objeto. Esto que pasaba a ella le causaba un gran dolor
pues no podía ayudarles a disminuir estas carencias que cada vez eran más grandes, y sufría acongojada.
Ese día al caer la tarde, la muchacha acudió al cerro como acostumbraba,
pero a diferencia de los otros días esta ocasión estaba muy triste y lloraba desconsoladamente, como siempre, el viento era el único que la acompañaba y
el único que sabia que ocurría con ella, se preocupaba por lo que le sucedía a la
muchacha, el le acariciaba el pelo con mucho cuidado y secaba sus lagrimas
que brotaban de sus lindos ojos sin parar y resbalaban por sus mejillas , pero
como resultado de todas las ocasiones que el viento la había mirado y acompañado, este se había enamorado
perdidamente de la noble y linda muchacha.
Así transcurrió la tarde, pasaron los minutos, las horas; ella llorando y el
viento acompañándola en su amargo dolor. Por fin, llego la noche, la muchacha seguía ahí llorando y… el
viento tenia que marcharse y dejarla sola, el no quería dejarla pero tenía que hacerlo.
Enseguida salió la luna y el viento tuvo una gran idea: se le ocurrió pedirle que
ya que ella estaría ahí toda la noche podría cuidar y acompañar a la noble
muchacha hasta el siguiente día que el podría regresar.
Así sucedió, el viento se marchó y a la luna se le ocurrió preguntarle a la
muchacha que aun seguía ahí postrada en el cerro, cual era el motivo de su llanto y su tristeza. La muchacha le contestó que su sufrimiento se debía a la pobreza
por la que atravesaba su gente, lo cual era muy doloroso pues no podía hacer
nada para ayudarlos.
En eso estaban cuando la Tierra escucho las palabras de la muchacha y conmovida decidió intervenir, le dijo que
quería proponerle algo, algo que la muchacha podía hacer y con eso ayudar a su gente, la joven pregunto que era eso
que podía hacer, y la proposición fue la siguiente: La joven tenia que entregar la
bondad de su alma y su belleza a la tierra, así y solo así, podría hacer lo que
tanto anhelaba: ayudar a su gente que quería tanto.
Era tanto el amor y el dolor que la muchacha sentía por la situación que atravesaba la población, que convencida,
acepto la proposición y esa misma noche la bella y noble muchacha murió.
Se cuenta que a partir de entonces, la bondad de su alma se condujo a las
entrañas de la tierra convirtiéndose en plata y la belleza que la caracterizaba
pudo observarse en la luna.
Al día siguiente muy temprano, cuando el
viento regresó, buscó sin parar a la bella muchacha pero, para su desgracia no la
encontró, desesperado se preguntaba dónde estaba la noble joven, pero no
había rastro de ella, fue entonces cuando al verlo así, la luna decidió contarle lo
sucedido con la joven.
El viento estaba perdidamente
enamorado de la noble y bella joven, entonces cuando supo lo que había pasado, rugió desesperado, perdió el
control y pareció enloquecer, recorrió la población arrasando con lo que
encontraba a su paso queriendo encontrar a su amada sin lograrlo, pues
había muerto por tanta nobleza que guardaba en su corazón.
Por tal motivo y desde entonces se dice que en Pachuca la luna es brillante y
hermosa y que en su tiempo fue una de las ciudades con una gran riqueza en
plata. Además de que la mayoría de los días, el viento aun sigue buscando a su
amada, la joven de la que se enamoró, y los pobladores de Pachuca, sobre todo
de los barrios altos pueden escuchar como el viento ruge desesperado en su
búsqueda, se introduce por las aberturas de las ventanas que hay en las casas, y a
veces, arrasa con lo que esta a su paso con el propósito de encontrarla sin lograrlo. SI TE A GUSTADO COMPARTELO EN FACEBOOK (y)
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