El Infierno Es Gris [Parte IV]


Entonces me empujo del acantilado, pero no vi hacia abajo, sino intente ver su cara. Y me di cuenta de que no se la había visto desde que llegamos a “la montaña de los patéticos” como él le llamo. No le pude ver la cara, la tenia cubierta… o algo así, un manto fino y gris cubría todo de si hasta la cintura, de donde solo se veía una oscura vestimenta. Caí durante un rato, sabía que mi cuerpo imposiblemente resistiría una caída de tal magnitud, y miles de cosas pasaron por mi mente en tan solo segundos. ¿Acaso de verdad estaba en mi cuerpo, o mi alma se desprendió? ¿Podría sufrir algún tipo de daño mi alma? Hasta que por fin llegue al suelo.
No sentí ningún tipo de dolor, solo distinguí un golpe seco en mi cuerpo, pero ninguna molestia.
-Bueno, por un momento pensé que estabas tan maldito como para llegar aquí y vivir, pero no estaba seguro. Oí algunos relatos sobre humanos que vinieron y recorrieron el lugar, y ahora noto la posibilidad de ello. Aunque bueno, más que un humano eres un trozo de mierda, por lo que debiste estallar. Todos lo son.- Dijo el demonio. 




Ignore lo que dijo, por fin alce la mirada y me sentí confundido. No había cielo, era más bien una densa oscuridad. Y aun así era completamente visible lo demás; el lugar; las “tierras”, si se le puede llamar así a una gran planicie de suelo gris, con tan solo algunas abolladuras y montes a lo lejos.
Todo gris, sin ninguna forma que antes haya sido vista por el hombre. El suelo no era tierra, no era arena pero tampoco era del todo solida. Se sentía como algún material sintético, aunque estaba claro que no lo era.
-Aquí no hay nada - dije – ¿se supone que debo creer que esto es el infierno?
-No lo recuerdo bien, pero en algún tiempo fue distinto. Aquí reino el odio, la desesperanza, el sufrimiento, una sed eterna y mucho dolor. No se veía de esta manera tan firme, pero no estaba rodeado de fuego como lo indica tu estúpida cultura, tan solo en algunas partes hay llamas eternas, que dependían de la ofensa hacía su especia que el humano haya cometido.- Me dijo.
Caminamos un tiempo por el lugar, aunque pareciera que nunca nos movíamos, todo era igual, sin gracia, sin nada. Solo gris.
Simplemente no podía ni pensar que alguna vez hubiera algo en tan monótono, triste y desolado lugar. La espesa oscuridad que estaba arriba de nosotros llamaba mucho más mi atención.
-Se que no lo crees, que te desconcierta, y que sientes que todo lo que pensabas de aquí es una mentira. Pero este es el infierno. El infierno es gris. O al menos, este fue el infierno. 

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